Sus escritos celebran el hedonismo, los sentidos, el ateísmo, al filósofo artista en la raza de los pensadores griegos que predican la autonomía del pensamiento y de la vida. Su ateísmo es sin concesiones, expone que las religiones son indefendibles como herramientas de soberanía y trato con la realidad. Forma parte de una línea de intelectuales próximos a la corriente individualista anarquista, intentando entroncar con el aliento de los filósofos cínicos (Diógenes), y epicúreos (Epicuro).
Obras:
Los ultras de las luces, El sueño de Eichmann, La comunidad filosófica. Manifiesto por la universidad popular, La fuerza de existir, El cristianismo hedonista. Contrahistoria de la filosofía II, Las sabidurías de la antigüedad, Tratado de ateología, Antimanual de filosofía, Cinismos, Tratado de los filósofos llamados perros,Teoría del Cuerpo Enamorado: por una Erótica Solar, La Construcción de uno Mismo. La Moral Estética, El Deseo de Ser un Volcán. Diario Hedonista, Política del Rebelde. Tratado de la Resistencia y la Insumisión, La Razón del Gourmet: Filosofía del Gusto, El Vientre de los Filósofos. Crítica de la Razón Dietética.
Teoría del Cuerpo Enamorado: por una Erótica Solar: Onfray ha pretendido liberar el eros de las múltiples trabas a las que el cristianismo y la sociedad normalizada lo tienen sometido.
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